Origen del licor café: historia de una bebida muy gallega
El licor de café, conocido también como licor café o simplemente «licorca», es una de las bebidas más populares de Galicia y todo un símbolo que va más allá de una simple bebida espirituosa. Actualmente esta bebida se considera un licor tradicional y junto a la queimada gallega es una de las bebidas espirituosas más famosas dentro y fuera de los límites de Galicia.
Sobre el origen del licor café existen las más diversas teorías, aunque lo único cierto y tangible es que Galicia lo abrazó e hizo de él uno de sus licores estrella. Su intenso sabor producto de la mezcla del café y el orujo gallego lo hace una bebida ideal para poner el broche a una comida y disfrutar de la sobremesa. En el post de hoy indagaremos en sus orígenes y veremos su evolución.
El origen del licor de café
Para poder conocer el origen del licor de café, parece lógico remontarse un poco más en el tiempo e ir a conocer el origen del café sin más. La bebida surge en Etiopía y de ahí se expande a la mayoría de los países árabes. En efecto, la palabra café procede de qahwah, una palabra árabe que significa estimulante.
Aunque no se sabe a ciencia cierta se supone que bajo dominio musulmán ya se consumía en la antigua Al-Ándalus. Cuando los cristianos conquistaron el Reino de Granada desdeñaron ese producto, aunque lo más probable es que cristianos, judíos y musulmanes ya hubiesen compartido más de un café.
En cualquier caso, el cultivo del café y su producción no comenzó hasta el siglo XV. A Europa no llega el fervor cafetero hasta 2 siglos después en torno al año 1600, cuando los mercaderes venecianos lo introdujeron. Aunque hubo que toparse con la iglesia, que al principio lo consideró una bebida peligrosa. Poco tardaría la iglesia en aceptar la bebida y el mundo occidental cambió el vino, la bebida más popular hasta el momento, por el café.
La llegada del café latinoamericano hizo que la calidad de la bebida mejorase y aún se hiciese más popular. Partiendo de aquí, existen las más dispares teorías sobre el origen del licor de café. Una de ellas, sitúa su origen a principios del siglo XIII en tierras levantinas. La ciudad de Alcoy se encontraba bajo dominio musulmán y el café era una bebida popular, así que a alguien se le ocurrió mezclar café y alcohol para crear un maravilloso brebaje con el que celebrar las famosas fiestas de “Moros y cristianos”.
Otras teorías sitúan el origen del licor café en Jamaica en el siglo XVII. Aquí se sitúa una primera receta en la que se mezcla café y alcohol, en concreto ron, dejándolo reposar durante semanas. La mezcla del café jamaicano (uno de los mejores del mundo) y el ron triunfó y desde entonces el país caribeño desarrolló una gran cultura en torno a esta bebida que hoy se hace añadiendo otros ingredientes como la vainilla.
Los orígenes del licor café en Galicia
Sea cual sea el origen del licor de café, lo único cierto es que pocos lugares adoptaron tan fervientemente este elixir como Galicia. Ya en 1739, según consta en el expediente técnico del Consejo Regulador del Orujo de Galicia, la Junta del Reino de Galicia solicitó la “libre fabricación de aguardiente de orujo como algo positivo para el desarrollo de las comarcas vinícolas y para el abastecimiento a los pueblos y ciudades del alcohol necesario para usos médicos y recreativos”.
La destilación de bagazos para la producción de aguardientes comenzó a popularizarse y no tardó en aparecer alguien que tuvo la genial idea de mezclar orujo y café. La primera receta que mezcla ambos ingredientes data de 1850 y desde entonces fue un no parar, pues se han creado infinitas recetas e interpretaciones.
Sin duda, la más extendida y que sigue la tradición es la que únicamente mezcla café molido, orujo y azúcar. Es esto lo que diferencia al licor café gallego de otros licores que simplemente contienen orujo con sabor a café. Eso sí, las cantidades de cada ingrediente son la clave secreta de la receta clásica de Galicia. En este sentido se cree que el buen licorca gallego debe tener un mínimo de 100 gramos de azúcar por litro.
Pero no todos los licores de café del mundo son iguales, ya que los hay más y menos dulces. Por lo general, los licores italianos no llevan azúcar, por lo que conservan mejor el sabor original del café.
Hoy en día, decenas de décadas después del origen del licor café, esta bebida ha pasado de su etapa adolescente y «clandestina» a tener unas normas y hasta su propia regulación e Indicación Geográfica. Desde hace años los lineales de los supermercados ofrecen varias marcas comerciales que incluso añaden a sus recetas sabores cítricos o dulces, como la naranja, el chocolate, la vainilla o el anís, para ofrecer distintos matices.
En Galicia esta bebida se asocia al rural, a esas copiosas comidas de productos de casa donde la familia y los amigos se sientan alrededor de la cocina de leña y comen un delicioso cocido gallego, callos, empanadas o lacón con grelos. Y por supuesto, unas rondas de chupitos de licorca en la sobremesa. Hay familias que incluso destilan su propio licor de café para obsequiar a las visitas en casa.

Elaboración del licor café
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Para la elaboración de un buen licor café gallego se requiere medio kilo de café molido natural, 2 litros de aguardiente de orujo, 1 litro de agua y 1 kilo de azúcar. Se deja macerar el aguardiente con el café molido durante 24 horas y una vez pasado ese tiempo se realiza un almíbar con agua y azúcar que habrá que dejar hervir durante 5 minutos.
Cuando enfríe el almíbar se añade a la mezcla macerada y se comienza a filtrar el licor poco a poco. Una vez filtrado todo el licor ya estará listo para degustar, aunque los que saben de esto siempre aconsejan dejarlo un tiempo en reposo. Y cuanto más esté, mejor sabrá.
Como todas las bebidas, es aconsejable mantenerlo en un lugar fresco y seco durante al menos 2 días para que el aguardiente adquiera los sabores y aromas de todos los ingredientes.
Ahora que ya sabes hasta hacer tu propia bebida y conoces mucho más acerca del origen del licor café esperamos que disfrutes de este símbolo gallego. ¿Quieres un consejo? El licorca siempre entra mejor después de una comida abundante, tomando entre trago y trago algo de agua. Y con gente, por favor. El licor café se disfruta rodeado de los nuestros. Pasándolo bien en la mejor compañía.